“Ustedes son sal de la tierra, ustedes son luz del mundo”

La Buena Noticia Mt. 5, 13-16

¿Tendremos que ser personas saladas? ¿Estar ardiendo e iluminar? Si una vela está encendida, ilumina.  Si ponemos sal a la sopa, sazona. “Todo el que ha alcanzado la iluminación ilumina”.

¿qué es una persona iluminada? Puede ser una persona que ha despertado, que se ha dado cuenta del gran potencial que hay en sí misma para crear la realidad desde la fuerza del amor. Jesús considera a sus discípulos iluminados y capaces de iluminar a los demás. Se conoce que para los Budistas la primera consecuencia de la iluminación es la compasión.

La sal y la luz, solas, no significan nada. La sal sola no sirve casi para nada. Nadie come solo sal, porque no es buena para la salud. Y la luz no puede verse a sí misma. La sal para ser útil tiene que dejar de ser ella misma, tiene que disolverse, desaparecer, dejar de ser lo que era. La vela tiene que consumirse para dar luz.

Entonces, nuestra vida, sólo tendrá sentido en la medida que nos consumamos en beneficio de los demás. Lo que importa no es la sal, sino la comida sazonada. Sólo nos acordamos de la sal cuando a la comida le falta o está muy salada. Qué desafío tan grande, pero es lo que hay …

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