La Buena Noticia Mt. 17, 1-9
No me imagino a Jesús mostrando su especial divinidad ante sus discípulos, pues no era su estilo ni nunca se presentó así ante nadie. Tampoco Jesús llevaba una varita mágica de lo divino para usarlo en los momentos difíciles de su vida.
Recordemos la oración en el huerto, ahí deja clara su humanidad y lo que hay de Dios en él. Y nuestra mayor gloria es que en nosotros está ya ese mismo amor.