Celebrando los 50 Años del Kinder Flori Nicol

Hoy escribo con el corazón y me traslado a una de las épocas más felices de mi vida, aquellos días en donde la alegría era el ingrediente principal, las ansias de despertar y estar lista para irme y tener una mañana sin igual. Siempre llegaba temprano a ti, para ganar la carrera al columpio y saludar a la Virgencita del patio y hasta conversar con el viejo árbol, que además parecía muy sabio.

La rutina hermosa de aprender, de cantar, de bailar y de compartir con los amigos, nos hacía crecer, yo aún no lo sabía, pero formaban en mí un conjunto de valores que muestran la persona que hoy soy. Son huellas imborrables las risas infinitas, las meriendas compartidas; las explicaciones con amor, las tareas que iban y venían; esas convivencias que compartíamos con toda la familia, y hasta mi lugar en el aula y mi mesa redonda.  

Esa experiencia maravillosa…que aunque más que una experiencia fue una parte de mi vida, mi rincón feliz, aprender, reír, jugar, en realidad, aprender jugando. Sin duda, era feliz. Aquel lugar no era simplemente el lugar donde pasar las mañanas, era el lugar donde me recibían siempre con una sonrisa y con los brazos abiertos, donde yo corría a dar un abrazo y me acogían.

Aprendí no sólo a pintar y a hacer mis primeros trazos, sino que aprendí a ser una buena niña, buena con los demás a compartir lo que tengo; porque me enseñaron a través del ejemplo; mi maestra fue la mejor… una monjita que recuerdo perfecto hasta el día de hoy. La muestra clara de paciencia, de entrega y amor, cómo no aprender si más que vocación era una entrega y una muestra de Dios.

Hoy veo cómo has crecido mi Flori querido, aquellas dos aulas ya no son las únicas, sino todo un establecimiento construido y destinado a enseñar con amor; ahora has multiplicado tu capacidad para formar a los niños que recorren tus aulas y patios. Pero¿cómo es la vida? Después de un par de décadas y de haber tomado mi camino, un día te visité, quién diría que sería el inicio de un nuevo ciclo, y de devolver lo que hiciste por mí, después de haber aprendido aquí, vuelvo pero para enseñar; así como lo viví a través del ejemplo y con el carisma que te identifica.

Porque así fue, después de haber crecido y aprendido, volví a ti…volví a casa… Mi Flori Querido!!!

Claudia SalinaS

Maestra del Kínder Flori Nicol

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