Con alegría compartimos con todas las hermanas de la Congregación nuestra aspiración a la vida religiosa consagrada a la Congregación de las Hermanas Misioneras Dominicanas del Rosario. Somos conscientes de que no podemos caminar solas, pero con la ayuda de vuestras oraciones tenemos la confianza y la certeza de que se hará realidad este deseo ¡Por la gracia de Dios!
Nuestra fuerza vendrá de Dios, privilegiando la oración, el estudio, la contemplación y la vida comunitaria.
Le pedimos a Dios y a nuestros fundadores que nos sigan en nuestro camino, que nos mantengamos unidos, viviendo con sencillez y responsabilidad, conociendo, poco a poco, los elementos necesarios que nos harán verdaderas Misioneras Dominicas del Rosario.
Desde África con cariño
Noviciado Continental Africano.
Angola
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