A Jesús vivo lo descubrimos en comunidad
La Buena Noticia Jn. 20,19-31
Al poner atención en los textos nos damos cuenta que Jesús después de la resurrección y de haber “subido” al Padre, sólo se hace presente cuando la comunidad está reunida. De esto podemos deducir que a Jesús es posible ver solamente en comunidad, cuando hay un otro a quién amar.
Al aclararnos que Tomas no estaba con ellos, nos muestra que separados de la comunidad es imposible llegar a la experiencia de Jesús vivo y que solos podríamos perdernos.
Por ello es necesario orar en comunidad. La oración personal con Dios y la meditación son esenciales, pero se expresa en el encuentro con los demás. “Donde dos o más estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt. 18,20.
“Los discípulos estaba reunidos el primer día de la semana”. Es por ello que el domingo es el día del Señor, (no el sábado último día de la semana). Los que estudian la biblia nos dicen que la práctica de reunirse el domingo se hizo común muy pronto entre los cristianos. “Jesús comenzó la nueva creación el primer día de una nueva semana”.
Jesús siempre se nos adelanta al amor. Los discípulos después de la muerte de Jesús se quedaron llenos de decepción y de miedo, era imposible que creyeran que Jesús estuviera vivo. Ellos no buscaban ya más, todo había terminado, pero Jesús se les impone, aparece, se muestra y todo cambia, todo se transforma y comienza la vida.
Los signos de su amor (las manos y el costado) evidencian que ese Jesús que están viendo es el mismo que murió en la cruz. “La permanencia de las señales, indica la permanencia de su amor”.
Llama la atención que Jesús vuelve a presentarse justo a los ocho días, podríamos decir que Jesús se hace presente cada domingo en la celebración comunitaria. Ojalá que pronto podamos volver a encontrarnos para la celebración de la Eucaristía, y juntos agradecer, alabar y bendecir a Dios que nos ama tanto.
Abrazos, sigamos viviendo este tiempo con fe y esperanza.