La Buena Noticia Jn 14,15-21
“Yo estoy con mi Padre, ustedes conmigo y yo con ustedes”. Las Palabra de Jesús son como la mano de la madre que acaricia con ternura. En la unidad con él y con los hermanos podemos experimentar su amor.
“No les dejaré huérfanos; vendré a ustedes”, vendrá en Espíritu y esta presencia será aún más eficaz porque nos cuidará, nos defenderá desde dentro. Ya no será como en el A. T. que se localizaba en un lugar, en la tienda del encuentro o en el templo. Ahora seremos su casa, su morada.
“No les voy a dejar desamparados, hijitos míos”, Jesús no va a dejar a los suyos indefensos ante el poder del mal.
Esto es lo que Dios nos ofrece.
Y luego se dirige a nosotros:
“El que conoce mis mandamientos y los cumple, ése es el que me ama”. No son imposiciones. No nos dice DEBEN, TIENEN que cumplir mis mandamientos. No es un mandato, sino que nace como respuesta de amor inmediata y profunda después de haber experimentado el amor de quién nos amó primero.
Para aquel que no ha experimentado el amor de Dios, cumplir sus mandatos es una tarea pesada y difícil y quizá en lo profundo haya un vació y tristeza que nada ni nadie lo pueda llenar. Pero Dios llama y espera cada día.
Este amor de Dios hecho experiencia es fortaleza en estos momentos de dolor que vivimos en el mundo entero. Él es la Vida y está en nosotros y con él venceremos a la muerte por el COVID 19. Hagamos que se convierta en COVIDA 2020, porque hemos vencido al virus por la fuerza del amor manifestado en la solidaridad y ayuda mutua.
“Vete al centro de ti y descubre tu esencia. Ese descubrimiento colmará tus anhelos.”