Señor de la Vida y de la historia, te damos gracias por el continente europeo, por nuestras comunidades en España y Portugal. Que tu Espíritu ilumine, proteja y fortalezca a nuestras hermanas y al pueblo de Dios.
“Esta pandemia nos permite descubrir más la vulnerabilidad de tan preciado regalo, nuestra vida. Todos son incapaces, incluso los más poderosos e inteligentes son incapaces de preservarla o evitar que se escurra. Todas estamos llamadas a dar lo mejor de nosotras mismas generosamente como Santa Catalina de Siena en su tiempo y como San Martín de Porres al servicio de su comunidad. Todos, en un tiempo en que Dios da y provee con su gracia.
Que nuestra experiencia renueve nuestra confianza en el Señor, en su promesa de cuidar a los débiles, “domando a nuestros propios leones” en el interior y que humildemente nos esforcemos por estar a disposición de nuestras hermanas”
(Hna Nini Rebollos)