Domingo el Profeta

Nosotras como Dominicas somos muy privilegiadas de pertenecer a la familia espiritual de Santo Domingo. Estamos orgullosas de él. El mes de agosto es un mes único para nosotros los Dominicos, porque es el mes en donde celebramos dos festividades importantes. La festividad de Santo Domingo y la festividad de la Asunción de la Virgen, su gran apoyo. Mientras nos preparamos para celebrar la festividad de Santo Domingo aprovechemos de ver su vida como profeta. En la Biblia leemos de muchos grandes profetas que eran la boca de Dios. Hablaban sin miedo y valientemente, desafiando a la gente de su tiempo.

Cuando reflexionamos sobre la vida de Santo Domingo nos damos cuenta de que el Espíritu Santo estaba poderosamente activo en él y por medio de este pudo ser un profeta de su tiempo y para su tiempo. Fue un misionario de extraordinaria sabiduria y discernimiento, una persona que respondía generosamente al llamado del Señor, a las necesidades de la Iglesia en su tiempo y las necesidades de la gente a su alrededor. Domingo fue un profeta en el sentido más verdadero y completo del término. Fue un hombre con visión y misión profética. En la Iglesia estamos llamados a ser siempre y en todo lugar profetas como nuestro padre Santo Domingo.

 

¿Qué significa ser un profeta?, ¿Quién es un profeta? ¿Significa que para ser un profeta uno tiene que decir advertencias proféticas todo el tiempo? Es cierto que los profetas hablan fuertemente y a veces lo que dicen puede parecernos extraño. Esto no es lo primero y lo último que hacen, pero leyendo la Biblia vemos que ellos siempre han estado profundamente atentos a la voz de Dios y toman tiempo suficiente para entender el mensaje de Dios. Tenemos varios ejemplos en la Biblia, como Elías quien resucitó al hijo de una viuda. Él pasó un número de días y noches en soledad para poder aprender a escuchar y distinguir la “pequeña y apacible voz de Dios” (1 Reyes 19). En el antiguo testamento leemos como los profetas han trabajado ante Dios y su pueblo.

 

En esta gran festividad de nuestro padre Santo Domingo, estamos invitadas a redescubrir nuestra vocación como profetas, de manera tal que seamos como él. Pidamos su intercesión para todas nosotras ante Jesús, de manera que podamos convertirnos en profetas de nuestro tiempo, profetas que la iglesia y nuestra sociedad necesitan tomar como inspiración, y también para que podamos ser profetas viviendo completamente la vida en Fe. Oremos al Señor que Él pueda darnos la gracia y el coraje para cumplir nuestra vocación de ser profetas.

Hermana Rupai Anil Chitte,

Comunidad Satyaniwas, Pune, Maharashtra, India.

 

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