DOMINGO, HERMANO

Domingo, hermano
Abrazas con ternura al crucificado,
descanso de tus pies cansados
latido de tu latir
pasión de tu contemplación
llaga de tu entraña
Verbo de tu predicación
Inspiración de tu estudio
Alegría de tu corazón.
A él tus preguntas y súplicas
¿Qué será de los pecadores?
De él brota tu amor compasivo
Hacia él tu mirada luminosa.
Por él tus desvelos
Con él anuncias la Gracia
Hacia él, encaminas nuestros pasos.
Sólo en él aprendemos a tejer comunidad
Desde él abrazas al pobre y marginado
Gracias a él, herejes forman una comunidad de discípulas
Domingo, predicador de fronteras
Acaricias las encrucijadas
Escuchas a quien busca la verdad.
Peregrino de lo alternativo
Sueñas con otra Iglesia,
otra humanidad.
Domingo, háblale a Jesús
de nosotras/os , tu Familia
Queremos llevar tu antorcha
De justicia y paz,
Ser luz en la oscuridad y la confusión,
Aliento en la desesperación.
Y en cada rostro reconocer a un hermano/a
con quien buscar la Verdad,
Con quien contemplar la Verdad.
Contágianos tu alegría madurada en la cruz
tu humilde libertad
Haznos Familia unida en la Predicación.
Mensajeros/as de la esperanza
Consuelo para nuestro pueblo
Testigos de la resurrección.

Amén.

(Jacqueline Sothers, MDR)

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