PROFUNDIZAR Y CONECTAR
- Hnasmdro
- septiembre 21, 2020
- Experiencias MDR
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Es fácil conectar perlas con un alambre cuando uno está haciendo una cadena para el Rosario, pero es difícil conectarse con lo que hay adentro. Hoy en día, las personas son inteligentes, muy inteligentes para crear nuevas cosas. Encuentran fácil conectar una coa con la otra para fusionarlas en solo una. Comúnmente experimentamos algo similar con los computadores, como por ejemplo cuando no hay conexión a internet y nos desanimamos porque no sabemos cómo “reconectarnos”. Gracias a la invención de la tecnología.
El 6 de agosto de 2019, comencé el año canónico de mi Noviciado junto con dos compañeras, Rosita y Priyanka. Nos unimos al grupo de ocho que venía de Macau. Fue maravilloso comenzar un nuevo viaje con ellas. Como todos sabemos, el año canónico es un tiempo para discernir, orar constantemente, crear una relación profunda y acercarnos al Señor.
A lo largo del viaje encontré algo muy extraño. Estaba confiada en que nada me distraería, que caminaría por un camino suave sin problemas ni obstáculos. Pensé que siempre estaría bien de ánimo, sería perfecto y estaría siempre en mi zona de confort, pero no fue así.
Me di cuenta de que mientras más cerca estaba de Él más me sentía tentada a caer. Experimenté rabia, odio, orgullo, celos y mi ego se dispararía para todos lados. Quería apartarme de mi Fiel. No obstante, me convencí de que los pecados cometidos no eran más grandes que la gracia de Dios, ya que noté que mientras más tropezaba, más y más me llenaba la gracia de Dios. Esto me recuerda que Jesús fue tentado también por el diablo en el desierto, pero no cayó porque confió no solo en Él mismo, sino que también en el Padre. Ahora me doy cuenta de que la emoción o sentimiento que tengo no es un obstáculo para mí en este viaje hacia el reino de Dios porque esto es breve, no estoy sola y Él está siempre caminando conmigo.
Lo que importa es la conciencia constante en mi vida, la cual es: “¿Soy fiel a mi Sí?”, ¿Estoy lista para decirlo por siempre? Es un desafío porque un sí verdadero no debe salir de mis labios, sino que debe venir desde adentro, con un corazón sincero, debo profundizar y conectar. Como lo dije al principio, “conectarse con lo que hay adentro” no es fácil como conectar las perlas con el alambre. El viaje hacia uno mismo es una tarea de toda la vida. Requiere de mi parte mucha cooperación, valentía y apoyo. Además, necesita tiempo para conectar.
Es cierto que soy una pecadora y que solo Dios puede controlar mi vida, pero de igual manera Él quiere que me esfuerce y que de el primer paso, para discernir y decidir. Él quiere usar mi potencial, Él quiere que me esfuerce para hacer una vida mejor. A pesar de que en ocasiones puede haber caos y desorden en mí, sé que Dios eventualmente me conducirá y cuidará de todo, porque sé que vive en mí. Por lo tanto, Él tiene el poder de infundir me su poder sobre mí.
El Papa Francisco una vez dijo: “Cuando sientas la tentación de afligirte por tu debilidad, levanta tus ojos a Cristo crucificado y di; Señor soy un pobre pecador, pero puedes hacer el milagro de hacerme un poco mejor persona”.
Últimamente comencé a abrir mi corazón y a descubrir que es por medio de mi debilidad que encuentro fortaleza en Dios. Sí, pecar una y otra vez es casi siempre mi propia opción y decisión. A pesar de que en cada momento estoy tratando de ser una buena religiosa, viviendo el resto de mi vida con lo que he aprendido dentro y fuera del convento, cada día es un nuevo comienzo. El pasado es historia y el futuro un misterio aun por conocer, pero como muchos dirían: el presente es un regalo de Dios.
Vivir en medio de la diversidad de culturas y creencias es un gran desafío que puede traer consigo mucha alegría. Cada una de nosotras tiene su propio estilo, creatividad, talentos, habilidades, hobbies y naturaleza única para hacer la comunidad mucho más significativa. Sí, somos diferentes, pero estamos unidas.
Estoy tratando de hacer lo mejor que puedo en cada momento para contar con las bendiciones no las cargas, sobre todo para celebrar que la vida es hermosa si nos mantenemos conectadas con Dios.
Sara Mendonça
Noviciado Asiático,
Quezon, Filipinas.