“Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos”

La buena noticia Mc 1,1-8

Si Dios no llega y seguimos esperando es porque se lo impedimos con nuestras actitudes. Estamos distraídos en muchas preocupaciones y direcciones. “Dios viene, pero nosotros nos vamos”.

En el Antiguo Testamento toda la relación con Dios era considerada como externa, que viene de fuera y además en una relación desigual. “Dios era visto como el soberano y la persona como súbdita”. Jesús nos muestra una relación distinta. Cada persona está empapada del Espíritu de Dios.

Volvamos nuestra mente y corazón a Dios, no nos dejemos arrastrar por falsos caminos que sólo nos llevan a la desesperanza y al vacío.

¡Despertemos!!!  vayamos más allá de nuestros sentidos y nuestra razón, tomemos partido por lo que nos parece difícil y encontraremos lo que estamos buscando. Sumerjámonos en lo sagrado, dejémonos inundar por lo divino que quiere consolar a su pueblo.

“Mirad profundamente; estoy llegando a cada instante,

Para ser brote de primavera en una rama,

Para ser pajarillo de alas aún frágiles,

Que aprendo a cantar en mi nuevo nido,

Para ser mariposa en el corazón de una flor,

Para ser joya oculta en una piedra.

Aún estoy llegando para reír y para llorar

Para temer y para esperar (…)”

(Thich Nhat Hanh)

Compartir esta publicacion