RESPONSABILIDADES EN TIEMPOS DE CRISIS Y PROFUNDIZACIÓN DEL ESPÍRITU GUADALUPANO

“Educación y evangelización están hoy más que nunca interrelacionadas” O.P.

Estamos en medio de una pandemia, que sin duda quedará guardada en nuestra retina por muchos años más; la pandemia ha traído consigo una serie de adaptaciones dentro de la sociedad, conocer a cabalidad sobre nuestras emociones, reflexiones a nivel social, cuestionamientos con nuestro compromiso educacional y las responsabilidades como educadores que no podemos pasar por alto.

Hoy, en tiempos de crisis, estamos llamados a conocernos a nivel emocional en integridad, reconocer nuestras emociones: miedos, tristezas, reconocer etapas de crecimiento personal, ser resiliente, poder responder a las necesidades que nuestras estudiantes nos presentan.

El ser educador nos lleva a tener esa dualidad y lograr conocer no tan solo mi realidad sino también las de nuestro prójimo: nuestras estudiantes.

Mantener nuestro pacto de vocación; vocación de servicio por todas nuestras estudiantes, familias desvalidas, de las cuales conocemos su realidad y nos afecta no poder verlas para entregar una sonrisa un abrazo, un buenos días, un hasta luego, o  un ¿Cómo estás?, ese lazo que debe esperanzar y continuar con nuestro compromiso con la educación aún más en tiempos de crisis; saber mirar más allá de nuestra propia realidad y pensar en la realidad de mi prójimo, saber que somos escuela de algunas y hogar de otras, donde se encuentra el acompañamiento que a veces no se presenta en casa.

La importancia del poder de la fe, en tiempos de adversidad, la cual algunas veces nos cuestionamos, pero que con cada adversidad presentada nos hace crecer y ser verdaderas discípulas de Jesucristo con espíritu Dominicano que nos  fomenta a mantener una fe y oración poderosa a medida que vamos viendo las señales que nos deja Dios en cada acción, en cada camino  que realizamos y que sin duda nos ayuda a reconfortar el alma, el amor por nuestra profesión, por nuestra comunidad, nuestra identidad, nuestro ser cristiano, a enfatizar nuestra vocación de servicio, finalmente: “dar continuidad a la palabra que nos remite al conocimiento y aprendizaje de la verdad”.

Angela Herrera Tapia

Inspectora General I ciclo

Fundación Educacional Colegio Nuestra Señora de Ayquina

Calama.

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