NOS COMPARTEN DESDE EL NOVICIADO CONTINENTAL ASIÁTICO…

Al celebrar este año el centenario de la partida de nuestro Fundador Mons. Ramón Zubieta, fallecido en Huacho, Perú, por neumonía en 1921, queremos compartir con ustedes algunos rasgos de su Espiritualidad Misionera. El texto está tomado del libro “Mons. Zubieta”. Zubieta y Les. Reflexión sobre su vida, capítulo III. de Cecilia Valbuena, OP; Ed. Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado. Creemos que será de gran ayuda para nuestra misión hoy y a la vez, compartiremos con ustedes la celebración de nuestro centenario en la Fiesta de nuestro Fundador Ramón Zubieta.

M. Zubieta fue un hombre de múltiples y desbordantes acciones, así es como percibimos toda su vida. Todos estos movimientos misioneros tienen un solo centro unificador: el Espíritu, “un Espíritu misionero” al que describió como “un silbato…” La Misión ha definido su Espiritualidad y esto también ha dado sentido a sus acciones. Fue una vocación definida desde el principio: “Quiero ser misionero y dominico…” y su vida se llenó y se orientó por esta vocación. El primer paso en la orientación de su vida es la llamada de Dios, su vocación. El P. Ramón Zubieta sintió desde muy joven la llamada a ser Misionero, que podemos citar concretamente a partir de esta frase que ha expresado para ir a “países de misión”, grupo de “misión”; que ahora decimos opción permanente y radical por los pobres.

La primera fase de su opción misionera se realizó en Filipinas y luego en su compromiso hasta la muerte en el Vicariato de Perú… todos los proyectos de su vida, grandes y pequeños, son consecuencia de su vocación y están dirigidos a esta misión. El proyecto de su vida fue esta opción misionera de los pobres. Para realizarla en estas nuevas realidades, tiene que cruzar las
fronteras sociales y religiosas.


El P. Ramón Zubieta al elegir ser misionero había elegido también vivir y luchar por los humildes” por los desnudos y los pobres salvajes…” (p.32) sin mirar atrás. Fue un permanente y variado esfuerzo de inserción: aprender, buscar, llamar, estar al servicio… allí quiso vivir y anunciar el Evangelio” a tiempo o no” con palabras y hechos. Anunciar a Jesús y poner en práctica sus programas evangélicos que hablan claramente de los pobres, junto con la praxis que descubrió cada vez más el rostro del Señor. Como en el camino de Emaús, Dios le ha hablado desde los humildes, desde sus dudas y dificultades, desde sus alegrías y dolores, y la experiencia de compartir. Tuvo que renovar su opción misionera en varios momentos y ante una serie de dificultades, y cuando las superó, decidió seguir adelante, motivado por el progreso de la misión y la situación de los pobres que necesitaban su presencia. La historia de una persona no termina después de su muerte. Se convierte más bien en un memorial para la familia y es conocida por el pueblo. El Padre Ramón Zubieta, nuestro fundador es también uno de ellos. Sus obras son conocidas no sólo por sus hijas sino también por la gente de todo el mundo. Como dice la letra de la canción:

“Sólo hace falta una chispa para encender un fuego

Y pronto todos los que están alrededor
Puede calentarse en su resplandor.
Así es como es con el amor de Dios
Una vez que lo hayas experimentado.
Difundes su amor a todo el mundo,
Quieres pasarlo”

Tenemos el gran privilegio de formar parte de la historia al celebrar este año el centenario de nuestro Padre Fundador Mons. Ramón Zubieta. Comenzamos en el mes de noviembre llevando sus bendiciones sobre nosotras.

Sr. Themar preparó los Diecinueve Poemas en su viaje de vida desde el nacimiento hasta la muerte y cada día publicamos un poema en Facebook invitando a todos a reflexionar y rezar a través de su vida. Del 16 al 18 de noviembre tuvimos las Oraciones del Triduo en honor de nuestro Padre Fundador Mons. Ramón Zubieta cada día con diferentes temas sobre su vida. La Hna. Annie preparó el video de “Los dichos de nuestro Padre Fundador” y nuestras novicias, incluyendo las novicias de Macao cantaron la canción de “Para dar la Vida” las propias palabras de nuestro amado Padre Fundador y las publicamos en el Facebook el día de la fiesta. El 19 de noviembre, preparamos la oración especial y celebramos la fiesta con nuestras hermanas de las comunidades de Santa Rosa y Teresa.

Fue una experiencia enriquecedora para todos nosotras. Rezamos por todas las Hermanas de nuestra Congregación y nuestras misiones. “Mi Espíritu está siempre con ustedes” las palabras de nuestro Padre Fundador siempre nos resuenan. Que él interceda por todos nosotras.

Muchas gracias.
Noviciado Continental Asiático, Filipinas.

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