La misión de Noémie en el CENTRO MEDICO CATÓLICO Nuestra Señora del Rosario DE SIMBOK / YAOUNDE CAMEROUN

“Los enfermos son nuestra razón de ser”

El dispensario en el que trabajo se conoce comúnmente en el barrio como “Hospital de las Hermanas”. Esto significa tanto que es un lugar de primer recurso, privado y regentado por monjas, lo que es sinónimo de buena reputación en general.

Ha estado abierto desde el 2008 y está dirigido principalmente por dos monjas dominicas (Hermanas Marie-Claire y Carine). Ambas son enfermeras y participan en el cuidado, pero sobre todo vigilan y apoyan enormemente a los pacientes y al personal.

Su benevolencia y dedicación son ilimitadas, es por ello que saben cómo hacer funcionar el centro. Aproximadamente un centenar de bebés nacen en el Centro Médico cada mes. Cuatro enfermeros y dos matronas forman parte del equipo de maternidad dividido en tres turnos. Así que yo he venido a reforzar este pequeño equipo en la semana durante el día.

Diariamente realizamos consultas de seguimiento del embarazo (los días martes y jueves), el seguimiento de algunos embarazos patológicos (los que no son derivados a un centro mayor), el seguimiento del trabajo de parto y el parto mismo, atendemos cesáreas (tenemos la suerte de contar con un hermoso quirófano), así como la atención de recién nacidos, pacientes cesarizadas y otros intervenidos en el hospital. Pero el personal también perfora las orejas de las niñas, circuncida a los varones recién nacidos, hace declaraciones de nacimiento y ayuda con las consultas generales si es necesario.

¡Los medios técnicos no son en absoluto comparables a lo que podemos ver en las maternidades francesas, ni a la organización! Aquí se constituye la sala de partos; todo el cuidado está realizado en el dispensario: 5 de tres mesas de examen una al lado de la otra, y como dicen los cameruneses en las dificultades como en los momentos de alegría: “¡estamos juntos!”.

Me tomó tres buenas semanas de trabajo entender la organización de la sala de maternidad, el papel de cada uno y la forma de funcionamiento y apoyo a las pacientes. Existe una barrera del idioma con muchas mujeres. Si bien hablamos francés, sin embargo, no tenemos las mismas expresiones del idioma en absoluto, y además parte de la población habla inglés o habla su dialecto.

También hay diferencias culturales en la forma de acoger la vida: aquí las mujeres dan a luz solas pero sus familias las esperan en el pasillo, preparan la cama y la habitación para su estadía y estarán presentes día y noche durante toda la estancia.

 

Los acompañantes se encargarán del lavado de la ropa, la comida, en definitiva, todo lo que necesite la nueva madre. También buscarán los medicamentos necesarios durante la estadía en el Centro y pagarán las facturas.

 

Una hermosa experiencia que se abre a otra realidad.

Noémie:

 CENTRO MÉDICO CATÓLICO Nuestra Dama del Rosario

 POR SIMBOK / YAOUNDE

 CAMERÚN

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