NUESTRO APOSTOLADO SEGÚN RAMÓN ZUBIETA
- Hnasmdro
- mayo 17, 2021
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Con el envío de Monseñor Ramón ZUBIETA a Perú, se inicia una nueva experiencia misionera. Monseñor Ramón Zubieta dedica su vida a los nativos de la selva peruana, mostrando así el amor a Dios y al hombre al trabajar por la dignidad de los nativos. Y nosotras queremos seguir sus pasos.
APOSTILADO DE LAS MISIONERAS DOMINICAS DEL ROSARIO
El apostolado de las Misioneras Dominicas del Rosario que se inició en la tierra peruana con nuestro Mayor, tiene sus raíces en cinco continentes. Hoy somos herederas de esta obra apostólica, ejerciendo nuestra misión allí donde la iglesia nos necesita más según las realidades del lugar donde está presente la congregación. Así, participamos en la vida de la iglesia, trabajando en la salud y la educación y acompañando a las personas en situación de debilidad o vulnerabilidad.
Las hermanas trabajan en colaboración con el clero en la evangelización, especialmente en la catequesis, la promoción vocacional y el acompañamiento de jóvenes y adultos. Están abiertos a todo tipo de apostolado según las necesidades y la disponibilidad de la misión. En el ámbito social, participan en la promoción de la mujer y fomentan el respeto de los derechos humanos. Con el corazón en la mano, acogen y ayudan a todos los que llaman a nuestra puerta.
LA EXPERIENCIA DEL APOSTOLADO EN EL NOVICIADO
Aunque el noviciado es un espacio de formación que nos permite aprender e integrar los valores de la congregación y de la Iglesia, nosotros, desde el año canónico, tenemos la oportunidad de poner en práctica todo lo que hemos aprendido a través del apostolado y todo lo que hemos adquirido a lo largo de nuestra formación. Entonces el lema de nuestra familia religiosa, el carisma, empieza a tomar forma muy pronto en la vida de cada una de nosotras, primero en la comunidad y luego fuera de ella. Así como Monseñor Ramón Zubieta evangelizó a los nativos de la selva peruana a través de la predicación, el testimonio de vida y el trabajo, nosotros también evangelizamos a través de la animación de la liturgia, la catequesis, el acompañamiento, el compartir con los pobres y con los grupos de la parroquia, sin olvidar nuestro testimonio de vida dentro y fuera de la comunidad.
En cuanto a la pastoral de los pobres, respondemos a sus necesidades mediante la caridad de los benefactores y nuestro apoyo. Todos los domingos por la tarde, nos reunimos con las familias en sus casas para conocerlas y conocer su realidad.
Esta experiencia de apostolado en el Noviciado nos da el sabor de la misión y de ser Misionera Dominica del Rosario. Y creemos que el espíritu de nuestro Padre y Fundador nos acompañará siempre.
Las novicias: Mariana Samba e Andela Victoire