Pentecostés

La Buena noticia Jn 20,19-23

El Espíritu es un aspecto del mismo Dios, por lo tanto, está también en nosotros y no tiene que venir de ningún lado.

Celebrar pentecostés es celebrar una vez más que Dios vive en mí y en todos mis hermanos. Reconocerlo, acogerlo, nombrarlo, disfrutar de esta presencia amorosa que nos ofrece un potencial increíble para encauzar la vida hacia lo que nuestro corazón anhela.

Cuando el evangelista nos narra la venida del Espíritu Santo sobre la comunidad, nos está diciendo que ahora el fundamento de la comunidad ya no es la ley, sino el Espíritu de Dios presente en cada ser vivo.

Dios está en mí y en ti antes de que empezáramos a existir. Es el fundamento de nuestro ser y la fuente de todas las posibilidades.

Ruah significa soplo vital, es el “viento” por el que respira la tierra, y donde respiramos todos. Por lo tanto, estamos conectados en el mismo amor.

Sin Dios no somos nada ni podemos hacer nada, y tampoco estamos en ningún momento fuera de Él. Dios es el mismo en todos y nos empuja hacia lo bueno y lo bello.

Sin embargo, cada uno nos encontramos en diferentes momentos vitales, el camino que recorremos es distinto. Dios respeta el ritmo personal, celebra la diversidad, la pluriculturalidad, y nos alienta a cada uno desde donde estamos y desde lo que somos.

(Hna. Naroa Andino G.)

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