Hoy 13 de mayo, con Portugal y el mundo entero, expresamos el cariño y devoción a la Virgen de Fátima. La Eucaristía de la mañana nos invitaba a estar abiertas para acoger la novedad, al igual que los pequeños pastores, que recibieron la luz y el mensaje en un contexto de guerra. Que María nuestra Madre fortalezca nuestra humanidad en sus anhelos de paz.
En la jornada de hoy continuamos con la misma metodología de trabajo presentando por grupos los objetivos y acciones de la dimensión de Comunidad. Cada exposición dio paso al diálogo, reflexión, clarificación de términos y discernimiento en conjunto.
Gracias por acompañarnos a la distancia y a través de este medio.