Reseña día 16 de Mayo

Iniciamos el día con la eucaristía, recordando a San Isidro patrono de Madrid, agradeciendo su testimonio de vida como campesino y laico.

La hermana Geraldina Céspedes, nos acompañó durante todo el día, con el tema ¿Misión y formación, para que formamos? Compartimos algunas ideas de su reflexión:

  • Nos urge despertar a la invitación del Papa, que decía: ¡despierten al mundo! Pero primero debemos estar despiertas nosotras, ¿a qué tenemos que despertar?
  • Misión y formación están íntimamente unidas ¿de qué fuente bebemos y de dónde nos nutrimos? ¿qué nos da autoridad en la misión?
  • Es importante que tengamos una misma visión y criterios sobre la misión, para estar enfocadas y unidas en un mismo sueño. Hay que replantearnos de nuevo: ¿qué hacemos, ¿dónde estamos, ¿cómo estamos, hasta dónde estamos y por qué estamos?
  • Es importante formarnos desde una conciencia de “resto” (como el resto de Israel) que nos puede ayudar en nuestro impulso misionero.
  • Nuestra misión debe volver a Jesús y a los pobres.
  • Las grandes preocupaciones de Jesús fueron: la mesa compartida, la salud integral y las relaciones humanas.
  • El estilo misionero de Jesús es de cercanía. ¿Cómo desarrollar el gusto espiritual de estar cerca de la gente?
  • Existen 2 raíces que están en la misión: La experiencia del don: hemos recibido mucho y nos sentimos agradecidas; 2. Los clamores de la realidad: no podemos responder a todos, pero nos podemos preguntar ¿en qué se nos va la vida?, ¿qué estamos haciendo con lo recibido, en qué se nos van los recursos y cómo los administramos?
  • Jesús tiene también, una metodología y pedagogía:
    • Crear comunidad: con su cercanía entabla relaciones humanas.
    • Estrategia formativa: forma a sus discípulos en los valores del Reino.
    • Empodera para la misión: Los manda a hacer lo mismo que él hacía.
  • Jesús es paradigma de autoridad en la misión desde la cercanía, el servicio y la coherencia de vida. ¿Qué le puede dar autoridad a una Misionera Dominica del Rosario?
  • Es importante formarnos y acompañarnos en la inculturación, interculturalidad, transculturación y la contraculturalidad. Es en la convivencia donde nos ponemos aprueba.
  • Cómo gestionar la comunidad para acoger lo diverso y a su vez ser críticas de las propias culturas, siendo testimonio profético como lo fue Jesús en su propia cultura, rompiendo esquemas y costumbres.
  • Un principio inspirador ha de ser el cuidado como nuevo modelo de convivencia: auto-cuidado, mutuo-cuidado, socio-cuidado, eco-cuidado.
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