ALREDEDOR DEL FUEGO PARA ESCUCHAR LAS NOTICIAS DEL CAPÍTULO GENERAL

“Como las piedras del hogar nos unen, todos estamos felices de estar juntos…” Este es el estribillo de un himno de Iglesia que me gusta tararear porque me habla de los valores esenciales del Reino: unión, unidad… este es el sentimiento experimentado durante una sesión al compartir la réplica del Capítulo General a las Hermanas Misioneras Dominicas del Rosario de Camerún por la Hermana Marie-Claire, hoy consejera General.

Encontrarnos en la comunidad de Yaundé, celebrar juntas, acogernos después de largos viaje. Este es el encanto de la experiencia de nuestra fraternidad como Misioneras Dominicas del Rosario en Camerún. Sí, hemos aprendido a “dejarlo todo”, nuestras actividades, nuestro trabajo, nuestros compromisos para dar prioridad a lo que consideramos tan importante como el encuentro de esta tarde, corriendo desde diferentes horizontes para reunirnos en torno a las luces de la proyección con el fin de revivir en imágenes algunos momentos claves del Capítulo General gracias al compartir de un testimonio vivo de nuestra querida Hermana Marie-Claire. Gracias a su compartir, nos fortalecimos en nuestra pertenencia congregacional. Nos dejamos maravillar una vez más por los rostros (esta vez con amplias explicaciones) de Hermanas de diversas procedencias con las que compartimos un mismo carisma y una misma espiritualidad. ¿Nos veremos algún día? No es lo más importante porque el lazo que nos une es mucho más fuerte y profundo. La riqueza de la diversidad de colores, expresiones, visiones, sueños, es una llamada a una armonía en la interculturalidad con el aporte de cada hermana. En la iluminación teológica de nuestro documento final, encontramos palabras y expresiones que nos impulsan, nos recrean y nos dan fuerza para continuar a pesar de desalientos e incertidumbres que nos toca vivir en ocasiones y que Dios no nos permita “tirar la toalla”. Nuestras Hermanas a lo largo del Capítulo nos invitan a una actitud optimista: ·       Debemos re-encantarnos a nosotras mismas·       No es necesario que nuestra minoría sea un signo de debilidad, somos como el resto de Yahweh, estamos llenas de vida…·       Encantémonos para encantar a los demás… Gracias a nuestra queridísima Hermana Marie-Claire que supo transmitirnos la densidad de las experiencias vividas en el Capitulo. Valoramos la belleza y grandeza y al mismo tiempo el desafío de la interculturalidad para construir durante este sexenio. Gracias a todas nuestras Hermanas Capitulares por el trabajo realizado, gracias a todas para llegar a consensos y animarnos a poner en práctica nuestro Plan General con la fuerza del Espíritu Santo. 

Sœur Carine WANKO, Communauté Notre Dame du Rosaire, Yaoundé

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