COMPARTIMOS DESDE ESPAÑA…

Cuando llega el boletín todas las hermanas leemos con mucho agrado, es sentir más de cerca la vida de cada país. En verdad que hace pensar la rapidez con la que se ha extendido la pandemia y la cantidad de muertes que ha traído y los innumerables problemas que han surgido para hacerle frente.

Madrid ha sido muy afectado. Ahora estamos en la fase que podemos salir a ciertas horas con mascarilla y guardando los protocolos. Gracias a Dios todas estamos bien procurando ser lo más cuidadosas que podemos. Durante todo este tiempo la Misa la vemos en la TV, el rezo en la capilla con los espacios necesarios y en nuestras liturgias diarias, siempre hay una súplica por la Congregación, la Iglesia, sus pastores, también por el personal sanitario y que pronto vaya desapareciendo el virus que tanto hace sufrir a la humanidad. Procuramos estar pendientes de las noticias deseando que aparezca la vacuna para el bien de todos.

Si hacemos referencia a la situación de los Hospitales, tenemos que felicitar a quienes trabajan en salud, son un ejemplo de entrega y de igual manera las diferentes instituciones que apoyan a los afectados para que a nadie les falte lo necesario. Hay verdaderos testimonios de entrega, generosidad, sacrificio y acompañamiento para los mayores. Jóvenes que se ofrecen para hacer las compras, llevarlas al hospital, salir de paseo, etc. La Iglesia no deja de motivar al pueblo para vivir y compartir la solidaridad. Caritas, ha puesto en marcha una campaña con el lema. “Cada gesto cuenta” con la que está llegando a los sectores más desfavorecidos, los migrantes, parados, quienes viven solos, residencias. Manos Unidas hace lo posible para rescatar aquello que ve más necesario en los lugares. El Banco de Alimentos lleva suministros de todo tipo a los diferentes centros de acogida, residencias, conventos, etc.

A nivel de la Península Ibérica se ha creado un grupo de comunicación con el fin de estar conectadas, animarnos y alimenta la fraternidad. En verdad está dando un buen resultado, nos sentimos más cerca y sabemos cada día como siguen las enfermas. Se puede decir que la fraternidad también se alimenta a ritmo de las redes.

 

Hasta este momento nuestro ánimo se mantiene, sentimos el apoyo del Consejo General, procuramos animarnos mutuamente con pequeños gestos que nos dan alegría. De manera especial son los días de las celebraciones Pascua, San Isidro, Pentecostés, los cumpleaños de las hermanas en los que mucho nos animan nuestras Junioras. Ellas, en casa, están estudiando mucho el español, además, muy creativas en sus actuaciones para romper la monotonía del diario vivir.

Seguimos con la preocupación ante cómo será el desarrollo de la pandemia y saber cumplir las orientaciones que se dan a todos los niveles.

Confiamos en Dios y tener la fortaleza necesaria para seguir con la buena disposición y confianza de que todo va a ir bien.

COMUNIDAD DE ACOGIDA- MADRID.

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