La vocación religiosa: un llamado a vivir profundamente nuestra humanidad
Los seres humanos somos Imago Dei, es decir, desarrollamos una estructura abierta a la gracia y comunión con Dios, que se refleja en la convivencia y relación con otros seres humanos y con el entorno. La opción por la vida religiosa significa acoger el llamado a configurarse con Cristo, es una manera de concretar esta imagen y semejanza de Dios: una vida entregada a la fraternidad, al servicio, al amor