Reseña día 4 de mayo

Acogemos el nuevo día agradecidas por la Eucaristía y la invitación a profundizar el sentido de escucha. Con esa intención, iniciamos el encuentro, expresando con una frase resonancias del día anterior: responsabilidad hacia las nuevas generaciones; la formación inicial sigue siendo una preocupación y desafío; comunidades vivas y referentes; cultivar relaciones más humanas; sentido de pertenencia; crear un ambiente familiar en las comunidades; agradecidas; hay esperanza; misiones significativas; mover mente y corazón; ¿qué nos pide el Espíritu Santo?; ¿cuál es nuestra misión en contexto pospandemia?

Continuando con los informes se da el paso a nuestra hermana Katia Montezuma, Administradora General. Nos decía que, en este servicio, aunque inmediatamente pensamos en sumas, restas, contabilidad, debemos ser conscientes que no somos empresa ni ONG, pero necesitamos tener en cuenta las leyes fiscales y civiles, en una dinámica de compromiso sinodal en favor de los empobrecidos.

También señaló que el sentido de la economía es para la vida, la calidad de misión y compromiso de la comunidad. Nuestro gran bien son cada una de las hermanas. Tenemos que garantizar las mismas oportunidades, independiente de nuestro rol como testimonio ante un mundo con profundas desigualdades. La economía es, un medio necesario para diseñar un estilo de vida profética y testimonial. La vida evangélica y civil nos insta a ser transparentes, para poder interpretar las cifras. Este, es uno de los servicios que nos ayuda a poner sobre la mesa el principio de realidad. Cuando nos proponemos diseñar proyectos, debemos añadir ¿de dónde van a salir los recursos humanos y financieros, y cómo lograr que sean sostenibles?

Nos recuerda que cuando profesamos nos entregamos íntegramente a nuestra vocación. Los criterios evangélicos siguen siendo un desafío en la administración. Jesús nos muestra cómo debe ser nuestro servicio “entre ustedes no ha de ser así”. Tenemos la tentación de ser controladoras, fiscalizadoras de nuestras hermanas, pero lo nuestro es cuidar a los demás con servicio y transparencia. Necesitamos levantar la mirada más allá de nuestra misión, de nuestra provincia, soñar con el evangelio, con el reino.

Katia agradeció a las administradoras locales y provinciales, a las que fueron y a las actuales, por el esfuerzo y dedicación en este servicio, y a los equipos provinciales por ayudar en el discernimiento y toma de conciencia que estamos en la misma barca.

Las hermanas capitulares agradecen el servicio atento y cercano de nuestra hermana Katia, a la vez que expresan resonancias, preguntas y clarifican sus inquietudes respecto a los datos presentados. Más adelante será retomado el tema de la administración.

En la tarde, reflexionamos en grupos dos aspectos del trabajo precapitular, realizado en las comunidades: lo que depende de la planificación y lo que depende de nosotras. En el plenario se destacaron algunos elementos: comunidades que han tenido dificultades para comprender términos utilizados en la planificación; diversas experiencias de planificación pastoral; poca cultura evaluativa a nivel comunitario.

La moderadora señala que es importante comprender la metodología para poderla comunicar luego en nuestras provincias y comunidades. Se finalizó la jornada realizando un ejercicio de FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) sobre la Congregación que será retomado durante el capítulo.

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