¿Con qué puedo comparar la fuerza de una mujer? Quiero decir, el vigor y entrega plena de una madre, su entusiasmo por la vida… El valor de enfrentarse al peligro para promover y defender la dignidad de una vida tan hermosa.
¿A dónde puedo encontrar un buen modelo de portadora de vida que una madre dispuesta a dar hasta la vida propia para traer una nueva vida a este planeta?
¿En qué otro lugar sino en sus propios hogares? Ser testigo de multitud de madres y mujeres admirables atrapadas por incendios, inundaciones, guerras, violencia, catástrofes y accidentes que siguen con los brazos enroscados protegiendo a sus pequeños en medio del desangramiento de su vida….
¿A qué puedo atribuir los sacrificios desconocidos que muchas mujeres han de realizar y soportar por amor a tantos niños inocentes y mujeres golpeadas, miembros sufrientes de una familia y a los más tiernos? La oración silenciosa de una Mujer, llamada “Flori” por su familia… muy querida pero que lo dejó todo para ayudar a construir la vida de los demás y su dignidad como personas, bautizada, amada….
¿Qué valor hay que definir que el de malgastar la propia vida cuidando o velando a un miembro enfermo de su hogar, comunidad o colega? Son amantes de la paz por amor a la familia, a los amigos y al prójimo, como hizo en vida la Santísima Madre María. Ella lloró amargamente mientras abrazaba el cuerpo muerto de su Hijo después de bajar a Jesús de la Cruz…
SOLO LAS MUJERES, hacen actos tan increíbles de dar hasta lo último, desinteresadamente.