LA OPCIÓN POR LA MUJER, TEJIENDO HISTORIA DESDE NUESTRO CARISMA DE MDR

Luisa Pérez (Humbelina) después de 40 años trabajando como maestra en colegios y con 56 años, decide venir a Monte Plata y junto a Carmen Cuadrado y Tere Pagán, fundan una comunidad de inserción en este pueblo, uno de los más pobres del país, en el 1985.

Después de un diagnóstico de la realidad se vio como prioridad el trabajo con la mujer, por su situación de marginación, de sometimiento al machismo e imposibilidad de integrarse al campo laboral por la falta de estudios y preparación. Así se inicia el Proyecto de Promoción de la mujer, en el que se involucra toda la comunidad, además de otros compromisos pastorales de la parroquia.

El proyecto se lleva a cabo tanto en el pueblo, en un pequeño local prestado, como en varias comunidades rurales, algunas de muy difícil acceso. El programa de promoción incluye varias áreas laborales y formación en valores, derechos humanos, derechos de la mujer, etc.

Al ir tomando el proyecto gran envergadura, pues cada año eran más y más las mujeres que acudían, con ayuda de Manos Unidas, se construyó un edificio de dos plantas en el pueblo con los espacios y equipamientos que se necesitaban. Además de atender a las mujeres del pueblo, se facilitaron becas a las de los campos para que recibieran una mejor preparación, pues en sus lugares era poco lo que se les podía enseñar.

Humbelina puso alma, vida y corazón en este trabajo y sigue adelante a pesar de su ausencia física, pues su espíritu sigue muy presente en este proyecto de Promoción de la Mujer Mamá Tingó. El nombre se le puso en reconocimiento a una mujer de esta provincia que fue asesinada debido a su lucha por los derechos de la gente más pobre, especialmente de los campesinos que les eran arrebatadas sus tierras por los terratenientes.

Es bueno que oigamos algunos testimonios de mujeres que se han formado en este proyecto:

Soy Milagros y lo que puedo decir es que lo que soy se lo debo a María Luisa (así le decían aquí toda la gente). Inicié en el Centro con muy pocos estudios y gracias a su insistencia, seguí estudiando y me hice profesora. En el centro aprendí costura y María Luisa me propuso dar clases aquí, esto cambió mi vida y mejoró las condiciones de mi familia. Soy laica dominica y llevo muy adentro el espíritu de las Misioneras Dominicas que han entregado su vida por este pueblo.

Soy Mercedes, también laica dominica. Me integré al curso de promoción de la mujer y también por insistencia de María Luisa cursé los estudios de educación. Ella confió en mí y me propuso que formase parte del centro para dar clases a las mujeres. Más adelante fue integrándome en la coordinación del Centro, cargo que ocupo desde su partida, bajo la asesoría de las hermanas. De María Luisa habría mucho que decir, fue una hermana y madre para todas nosotras, preocupada y entregada a la buena formación de las mujeres, para que todas tuvieran la oportunidad de promoverse y de tener una vida digna. Siempre estaba preocupada por la situación de cada una, sus problemas y sufrimientos. Era una persona con un corazón solidario y generoso.

Soy Ramona y de María Luisa guardo muchos recuerdos y sobre todo estoy altamente agradecida a ella porque me enseñó a descubrir mis valores y habilidades, lo cual me ayudó a prepararme sobre todo en el área de costura, y con eso he sacado adelante mi familia. Que Dios le compense todo el bien que ha hecho en este pueblo.

Que Dios le compense todo el bien que ha hecho en este pueblo. Otros muchos testimonios podriamos escribir de muchas mujeres a las que Humbelina ha ayudado a recuperar su dignidad y a reconocer y defender sus derechos.

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