¿Superioridad del ser humano sobre todo lo creado?

Me pregunto, y me gustaría darme respuestas, de dónde sacamos los seres humanos nuestra superioridad sobre los demás seres creados. Todos somos creatura de Dios, todos tenemos su aliento de vida. Me fui a la fuente, que es la biblia, para buscar dónde radica nuestra confusión, dónde está el origen del problema.  

Consultando varias traducciones, encontré en Gn1, 28 del libro del Génesis el texto que dice “Dios los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.»

Leer este fragmento sin tener en cuenta el contexto y el para quién fue escrito, nos lleva a una mala interpretación y sobre todo a creernos superiores. Como me dijo la hermana Alcira, (de la congregación Franciscana Catequista): “un texto sin contexto es un peligro”.

El capítulo 1 del Génesis fue escrito durante el destierro en Babilonia, y tiene un interés sapiencial, ético y teológico. Lo que quiere enseñarnos es que Dios es el creador de todo, inclusive del sol y la luna que los babilónicos veían como dioses.  Ese capítulo es una crítica a todo lo que vivían y creían los babilonios.

Todos somos creatura de Dios, nadie está por encima de nadie, nosotros los humanos no somos amos o dueños, solo somos simples administradores de lo creado. Estamos llamados a cuidar y preservar lo creado para las siguientes generaciones.

Dios es creador y los seres humanos hemos sido creados a imagen y semejanza de él, lo que nos invita a ser co-creadores, es decir, continuadores en esta obra de que genera vida. Estamos llamadas y llamados a cuidar, sostener y seguir generando vida hasta la instauración del Reino de Dios.

La humanidad está perdiendo esta semejanza con Dios creador, y nos estamos convirtiendo en consumidores, depredadores, destructores, e incluso, asesinos de otros seres vivos. Tendríamos que decir que nuestra semejanza con Dios se va desdibujando, estamos perdiendo nuestra humanidad. En vez de vida estamos generando individualismo, consumismo, una sociedad de descarte…

La autoridad recibida por Dios para el cuidado de la naturaleza, la hemos malinterpretado. Hemos entendido que si Dios nos creó al final del resto de los seres es porque están a nuestro servicio; pero no es así, es justo lo contrario, para tener el encargo especial del cuidado, la mayordomía.

Tenemos que volver a ese deseo primero de Dios “Hagámoslo a nuestra imagen y semejanza”, hagamos que la humanidad recupere su misión co-creadora, que vele por la armonía del cosmos a lo largo del tiempo, que se alimente y administre bien los dones recibidos, que haya abundancia para las generaciones futuras y que esta sabiduría se transmita de generación en generación.

Rosa María Marmolejos Genao

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