Se suele decir “Si quieres la paz, prepara la guerra” pero no, porque si queremos la paz, nos debíamos preparar para la paz y no para la guerra.
Se habla mucho de esta paz, pero teniendo actitudes destructivas, sentimiento de espíritu violento, con malas intenciones escondidas dentro de nosotros, en el hablar, en las críticas, las humillaciones, hasta en la mirada. No tenemos que actuar como si fuésemos rivales, con espíritu bélico, pisando a los otros, infantilizándoles, con la palabra “Yo”, en vez de empoderarse,
Tenemos que:
Entrar en una nueva antropología, invirtiendo la tendencia y entrar en la verdadera dinámica de paz, de transformación y del encuentro verdadero con el otro. ¿Cómo querer, buscar, dar la paz si no la tenemos o si se la quitamos a los demás?
Hay que:
Trabajar humildemente la paz desde nosotros mismos y la no violencia, diciendo “no “a un diálogo de mentira, salir del estado de inestabilidad interna y entrar individualmente en un camino que traiga esta paz. Llegar a construir primero el mundo que vivimos dentro para llegar a una paz sostenible. Podremos entonces ayudar a la gente a experimentar la Buena Noticia, creando nosotros mismos espacios desde nuestro testimonio de construcción y de dinamización de paz. “No existe una paz creativa si no existe la paz sostenible”.
Hna. Marie Claire Silatchom