Las Misioneras Dominicas en Basilan, Filipinas a través de los años

Las Hermanas Dominicas no son extrañas a la provincia de Basilan y su gente. Han estado presentes en esta provincia insular mucho antes de que yo llegara. Su legado resuena en las historias de mis primos, tías, vecinos y amigos. Mis primos recuerdan a menudo a la hermana Roy, la hermana Jeng, la hermana Pely y muchas otras. Son conocidas por su compasión y comprensión, cualidades que se destacan con frecuencia en las historias compartidas.

Las Dominicas no son ajenas a la provincia de Basilán y a su gente. Han estado presentes en esta provincia insular mucho antes de que yo llegara. Su legado resuena en las historias de mis primas, tías, vecinas y amigas. Mis primos recuerdan a menudo a la hermana Roy, la hermana Jeng, la hermana Pely y muchas otras. Son conocidas por su compasión y comprensión, cualidades que se destacan con frecuencia en las historias compartidas.

Mi propio encuentro con las Hermanas Dominicas ocurrió en 2015 cuando asumí el papel de Líder Juvenil Parroquial. La hermana Mary Ann Barcelona supervisaba nuestro Coro Juvenil, y fue a través de ella que me presentaron a la hermana Rosa Ángeles, la directora vocacional de la congregación. Después de una Misa matutina, me invitaron amablemente a desayunar, donde entablamos conversaciones enriquecedoras sobre la Congregación y sus Fundadores. Durante ese desayuno, algo se encendió dentro de mí, una chispa que poco a poco se transformó en una pasión ardiente. A partir de ese momento, me sentí más cerca de su trabajo.

A lo largo de los años, he tenido el privilegio de colaborar con las Hermanas en diversos ámbitos. Encabezaron iniciativas para jóvenes, niños, familias y becas, que permitieron a innumerables personas perseguir sus sueños y completar su educación. Muchos de los jóvenes y niños a los que apoyaron se han convertido ahora en profesionales que destacan en sus respectivos campos. Junto con los jóvenes, ayudé a la Hermana Ligaya Mariano, OP en su apostolado en la Pastoral Catequética, a la Hermana Leonarda Abejero, OP en la Pastoral Juvenil Diocesana, a la Hermana Pely Virtudazo, OP en la Pastoral de la Vida Familiar, y más tarde, a la Hermana Vanesa Alanano, OP en la Pastoral Juvenil. Actualmente, con la Hermana Nini Rebollos, OP con quien trabajo como Trabajadora Social de SOLIDARIDAD – IDP Foundation Inc. una ONG que es el brazo social de la Prelatura de Isabela de Basilan.

Además, las Hermanas sirvieron de fuente de inspiración para numerosas jóvenes de nuestra Pastoral Juvenil, animándolas a explorar la belleza de la vida consagrada. Facilitaron visitas a Baliwasan y Culianan, ofreciendo experiencias de primera mano de la vida religiosa. Además, las Hermanas me inculcaron valores inestimables que sigo defendiendo hasta hoy. Su orientación, su apoyo inquebrantable y sus oraciones han desempeñado un papel fundamental en mi desarrollo personal y espiritual.

La presencia de las Hermanas Dominicas en Basilan trasciende el mero servicio; encarna un legado de compasión, empoderamiento y guía espiritual. A medida que continúan influyendo en las vidas y nutriendo las almas, su influencia reverbera en los corazones y las mentes de la comunidad, dejando una marca indeleble en las generaciones venideras.

Roushiel Angel A. Abiera

Begang, Basilan

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