ENCONTRANDO LAS LLAVES DEL CORAZÓN

 “Cuando Dios cierra una puerta, abre una ventana”.

Hay muchas cosas que estos “tiempos de cuarentena y confinamiento” crearon y reinventaron en nuestras vidas. Fue una larga estadía para nosotras tres que somos del sur, ya que teníamos una rápida e importante razón para ir a Manila. No obstante, nos tocó la cuarentena y el confinamiento, lo que hizo que nos tuviéramos que transformar nuestra estadía en días, semanas, meses y eventualmente ¡Completamos 4 meses!

Fue en el tercer mes que consideré una forma más significativa de pasar mis días de confinamiento en Manila. Un retiro de avanzada para nuestras novicias fue agendado, ya que teníamos abundante tiempo disponible debido a el requerimiento del gobierno de mantener a los ciudadanos en casa como una medida de seguridad por la pandemia del Covid-19. Fue un viaje de 6 días en conjunto con las ocho novicias, lo que me dio la oportunidad de ver el precioso don de sí mismas en ellas.

El viaje de 6 días de oración trajo color a mis días aquí. El Espíritu está tan activo que lo que estaba preparado para compartir con ellas no fue usado y en su lugar el Espíritu nos hizo tomar otro camino. Un Espíritu abierto y una actitud para recibir la gracia de Dios, nos llevó a abrir nuestros corazones y recibir Su Palabra. En efecto, el desarrollo de Su mensaje fue conocido en las opciones ajustadas para cada corazón. Un desarrollo gradual de lo que quedaba en nuestro corazón tomó su lugar en las oraciones, entradas, reflexiones y en los momentos en que compartimos. Recordando las palabras de Peter Drucher, padre de la administración moderna, quien dijo “Liderar personas es como conducir una orquesta. Hay tantos músicos e instrumentos diferentes que el conductor debe conocerlos totalmente”. Durante estos días de viaje, estas fueron las áreas de revelación que fueron reveladas:

  • “¿Con quién sueñan?” aprendí sobre sus pensamientos mirando lo que han logrado conseguir y también comprender lo que ellas sueñan en convertirse…el espíritu misionero arde en sus corazones.
  • “¿Por qué lloraron?” Lo que ellas consiguieron fue alimentado con el líquido de sus ojos, el diploma fue conseguido con un alto precio: noches sin dormir, torturas mentales en días de exámenes, otras responsabilidades en el convento y el dolor de estar lejos de la familia y el hogar en tiempos difíciles.
  • ¿Qué están cantando?” Lo que es su alegría, éxitos y perseverancia que se han convertido en la fuente de su fuerza – el “Sí” de María las fortalece.
  • “¿Cuáles son sus valores?” El fuerte lazo de muchos años a través de la dicha y la adversidad en sus vidas, su convivencia las ha hecho conocerse en profundidad que las han hecho entrar a las habitaciones secretas de sus corazones junto con los de sus formadores.
  • “¿Cuáles son sus temperamentos?” Esto es importante de descubrir, descubrir la llave a sus corazones.
  • “¿Qué descubrí?” Mi profundo aprecio y gratitud a como el Equipo de Formación en Macau paciente, cariñosa y confiadamente dio su amor, cuidó, enseñó, formó y nutrió a cada una de las novicias. Nosotras -aquí en New Manila- el Equipo de Formación está cosechando su trabajo y su testimonio de vida como gracia por el Espíritu de la Vida. Otros trabajos del equipo previo fueron clarificar su motivación y vocación, prolongar su legado individual, afirmar lo mejor de ellas, hacerlas amar nuestra congregación y, sobre todo, prepararlos para trabajar en la viña de Dios, nuestra misión. El número total de años en la formación básica y fundamental permite que cada una conozca a Dios en las oraciones, amar a Dios en otros y servirle en la misión de la Iglesia.

Lo que percibo enorgullece mi corazón, me da alegría y me hace agradecer haber encontrado la llave a sus corazones. Fue una oportunidad bendita descubrir la inspiración y dones del Espíritu Santo como se manifestó en las esperanzas y sueños de nuestras jóvenes hermanas. Ellas están determinadas: manos y corazones listos para amar al Señor por sobre la tempestad y el riesgo “Vayan y proclamen, el Señor vive entre nosotros”.

Que el Espíritu de Dios y el amor a otros moldeen -a partir de los sacrificios, oraciones y ejemplos de nuestros fundadores Monseñor Ramón Zubieta y Madre Ascensión Nicol- y permitan continuar impulsándonos para continuar con alegría y confianza plena en el Dios del Amor y de la Providencia.

Hermana María Virginia Benito,

Comunidad Reina de la Paz,

Baliwasan, Zambanga, Filipina

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