COLEGIO FEMENINO MADRE DEL ROSARIO UBICADO EN LA POBLACIÓN BONILLA

La Población Bonilla, históricamente es La más vulnerable de Antofagasta. También es la más combativa de la región. Sector que ha cargado con el estigma de ser uno de los más peligrosos de la ciudad. Población que se ha ido poblando de apoco con tomas de terrenos, como sea, en lugares que sean, trepando por los cerros.

Desde el estallido social del 18 de octubre 2019, suele ser un campo de batalla entre carabineros y manifestantes quienes se enfrentan casi a diario en forma violenta. Desde esa fecha las marchas, barricadas, balaceras, piedrazos, se han transformado en una postal cotidiana aún estando en Pandemia.

Hay una segregación importantísima. Tenemos también un historial de larga data en torno a la contaminación. Antofagasta es la región con mayor tasa de mortalidad en todo Chile a causa de los tumores malignos, algo que tiene relación con la presencia de arsénico, zinc, cobre y otros minerales que pululan en el aire y en el agua de la región.

En Bonilla se mantiene un estado mínimo que los sitúa fuera de la marginalidad, pero que se sostiene en una línea peligrosa (sociólogo Camus).

Hay un estado de precariedad en que viven y de violencia muy preocupante.

Nosotras entendemos la reacción de la juventud precarizada y pobre de Bonilla, porque justamente tienen una vivencia permanente en la pobreza. Es la población a la que más cuesta entrar. La gente está cansada de ser una zona de sacrificio donde los sueldos son miserables.

Durante esta semana el municipio puso a disposición de la población la distribución geográfica del avance del COVID-19, en la ciudad de Antofagasta. A través del análisis de estos datos se evidencia la desigualdad con que el coronavirus golpea a la población, siendo los sectores más empobrecidos los que contemplan la mayor cantidad de contagios y fallecidos.

El número de casos y muertes golpea, claramente mucho más fuerte a los sectores empobrecidos de la ciudad donde el hacinamiento y las malas condiciones habitacionales han dejado con mayor vulnerabilidad a los ya vulnerables.

En este sector está emplazado nuestros Colegio Madre del Rosario. “colegio de los pobres” como lo denominan los habitantes de la población, es gratuito y para todos los que quieran ser parte de este proyecto educativo.

Nuestra misión está centrada en el Colegio. Vivimos cuatro hermanas en esta comunidad. Las cuatro de la tercera edad. Don seguimos trabajando en la pastoral del establecimiento. Nuestra pastoral es misionera, en la que nos proponemos educar para la utopía, de un mundo más humano y más fraterno, para la búsqueda, para la esperanza. Presentamos a toda la comunidad educativa la propuesta de Jesús, impregnando todo el quehacer educativo de los valores del Evangelio. Ponemos todo el interés en evangelizar la vida cotidiana. Acompañamos para que la vida cristiana se viva en el día a día escolar.

Nos sentimos invitadas a valorar la presencia de Dios en cada persona, en cada niña, en cada adolescente, en cada apoderado y en cada profesor. Todos tienen en sí una presencia sagrada que debemos saber descubrir.

Queremos ver las necesidades de las alumnas dispuestas a ser con ellas y con toda persona que se acerca a nosotras, samaritanas que, acompañan, cuidan y sanan heridas. Cuidamos el poder saber hablar de Dios con nuestra vida, entendiendo que en muchas ocasiones es el único evangelio que las personas que transitan por él van a recibir.

Queremos conducir a las niñas a descubrir su proyecto de vida. Educar en la solidaridad, en un mundo marcado por el individualismo.

Estamos llamadas a realizar la Pasión educativa con estas alumnas, en esta población empobrecida y con miles de taras y dificultades, como lo hicieron y vivieron nuestros Padres Fundadores en La Selva Amazónica del Perú.

Tenemos la tarea de enseñar a vivir, descubriendo el sentido más profundo de la vida y de la trascendencia, amar la creación, a pensar de manera libre y crítica, a realizarse en el trabajo, a proyectar el futuro, a ser en profundidad personas plenas y lleguen a tener “vida abundante”, como era el sueño de Jesús.

 Nos está resonando las palabras del Papa Francisco en el año de la Vida Religiosa. “Vosotras no solamente tenéis una historia gloriosa para recordar y contar, sino una gran historia que construir. Poned los ojos en el futuro, hacia el que el Espíritu os impulsa para seguir haciendo con vosotros grandes cosas”

Comunidad Nuestra Señora del Rosario.

Antofagasta-Chile.

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