¿NO HAS SENTIDO MI ESPÍRITU A TU LADO? SIEMPRE ESTOY CONTIGO, PARA SIEMPRE

El Noviciado es la gran etapa de nuestra vida religiosa por varias razones; tenemos un maestro brillante, humano, que aunque no dejó de trabajar, continuamente tuvo tiempo para escuchar a quienes lo llamaban.

Es un privilegio muy significativo formar parte de las Hermanas Dominicas Misioneras del Rosario. En estas circunstancias actuales hemos sido orientadas por nuestras formadoras para aprender y conocer más sobre la vida de nuestro querido, Padre Ramón Zubieta.

Al caminar con él, leyendo y aprendiendo sobre sus misiones y las experiencias que tuvo durante su vida, y el compartir de las hermanas que han vivido durante tantos años y han ensanchado el camino para las nuevas generaciones misioneras, nos inspira y moldea nuestros corazones, y mentes para permanecer fuertes para enfrentar cualquier desafío, para vivir en nuestra vocación.

Sabemos que es incuestionable la magnífica personalidad de nuestro Padre Fundador, su carácter intrépido, su esfuerzo sincero, su compasión y todo lo que nos admira y nos lleva a apreciar y nos convoca a continuar sus misiones hoy.

Nunca renunció a nada en ninguna de las situaciones que encontró, porque sabía que, su vocación pertenece a Cristo. Los desafíos que enfrentó en su camino no son para que se calle y pase el resto de sus días y de su vida al servicio de nuestro Señor, él era muy sensible a la vida de nuestros hermanos pobres. Los retos que se le presentan en su camino son para poner a prueba su determinación, para ver si está hecho con el espíritu de Cristo.

Gracias, padre fundador, por haber tenido la visión, el valor y la determinación de crear una Congregación. Que en estos últimos cien años una nueva historia ha sido vivida por un gran número de Religiosas Consagradas en muchos países del mundo. Tu espíritu está aquí entre nosotras, muy vivo caminando con nosotras. Seguiremos reflejando tu vida de entrega, luchando por la justicia, tratando de servir y no de ser servida siendo verdaderos instrumentos de paz.

Gracias por tener un sueño que en nuestra realidad actual se traduce en vivir y cuidar del de la humanidad.

Cacilda de Fatima y Bernadetha Abuk

Noviciado Continental Asiático

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