UN MUNDO MEJOR (CAPÍTULO 3) RECICLAR

Reducir, Reutilizar y la tercera, RECICLAR. Son las 3R que nos están ayudando a transformar nuestro entorno en un mundo mejor a partir de tres sencillas pero comprometidas prácticas ecológicas.

Reciclar es volver a procesar los residuos en un nuevo producto. Pero a veces se suele confundir la práctica de Reutilizar con la de Reciclar. Veamos la diferencia.

Cuando realizamos un mural con residuos (CDs, partes de aparatos eléctricos, envases plásticos, tapas de botellas, etc.) los integramos en una pintura, no estamos Reciclando, estamos Reutilizando, porque estamos dándole otro uso a un producto cuya función original no era esa.

Un ejemplo de Reciclaje es tomar las botellas de vidrio que después de haber terminado su función de contener un líquido; han sido depositadas en un contenedor específicamente o llevadas a una empresa recolectora de vidrio; luego dicha empresa recolectora lo lleva a una fábrica procesadora que seleccionará, lavará y fundirá el vidrio, para crear nuevos productos que saldrán al mercado. Solo si los residuos son procesados para convertirse de nuevo en materia primar para nuevos productos, podemos hablar de Reciclar, si no será Reutilizar.

Los productos que consumimos contienen varios materiales, por lo que algunos son muy complejos para entrar en un proceso de Reciclaje. Pero otros, en cambio, son más fáciles tanto en la separación de materiales como en el procesamiento para convertirse de nuevo en materia prima. Generalmente los materiales más comunes para Reciclar son: papel, vidrio, plásticos, tejidos de algodón y metales.

Tal vez nosotros no tenemos la capacidad de Reciclar porque no tenemos una empresa procesadora, pero podemos contribuir a depositar los residuos en lugares debidamente clasificados por materiales, si donde vives hay esa oportunidad; puedes organizar la recogida de algunos de esos residuos y llevarlos a empresas recolectoras, incluso puedes generar una red de recolectores generando además puestos de trabajo; o, se puede hacer Reciclaje a pequeña escala, por ejemplo en escuelas reciclando papel que es un proceso más sencillo.

Lo importante es no quedar ajenos a esta propuesta de ser sujetos de transformación de nuestro medio ambiente. Comencemos por nosotros mismos; compartamos esta información con otras personas; hagamos una lista de las cosas que podemos implementar desde ya en nuestra vida cotidiana desde la práctica concreta de las 3R; luego pudo detenerme a revisar qué otras cosas puedo cambiar o incorporar en mis hábitos diarios que, aunque requieran mayor esfuerzo, vemos importantes asumir; revisa no solo tus prácticas de consumo, sino también cómo entiendes tu relación con el Medio Ambiente, la relación con tus semejantes (interpersonales y laborales) y con los demás seres de la Creación, para que estén en esta misma sintonía de respeto, cuidado y justicia.

Marisa Folgado

Compartir esta publicacion