DIOS TIENE MANOS DE MUJER

Las manos de Dios se hacen visibles en las manos de tantas mujeres que cuidan, que acarician y sanan las heridas con ternura.

Aún en nuestros tiempos la economía del cuidado está a cargo de las mujeres. Mujeres madres, hermanas, amigas, cuidadoras, contratadas o voluntarias están presente en el cuidado de los más vulnerables, brindando sus conocimientos, ayuda, compañía y escucha.

Para mostrar esas manos de Dios que llegan en el momento oportuno mujeres jóvenes que participan del Proyecto de mujeres Ascensión  Nicole, dirigido por las Hermanas Misioneras Dominicas del Rosario, desde el año 2019 desempeñan una serie de actividades en el Hogar de Ancianos San Vicente de Paul en Jinotega, ciudad del norte de Nicaragua. Centro que actualmente alberga a 53 abuelitos sin familia que vivían en condiciones de abandono.

En esta ocasión hablaremos de Mayin Liseth Olivas Aguirre y Martha Lucía Centeno Hernández, estudiantes de Enfermería. Originarias de comunidades rurales de Nicaragua, mediante este hermoso proyecto han llegado a este centro desarrollando un vínculo con los abuelitos mediante su cercanía.

Mayin y Martha visitan el centro al menos tres veces por semana durante las mañanas, tiempo valioso donde acompañan los pasos vacilantes, sostienen las manos sin fuerza, atraen la mirada perdida entre tantos recuerdos de aquellos que esperan el fin de sus días sin la cercanía de aquellos que amaron en este mundo.

Apoyan actividades de cuido y manejo de la salud mediante tomas de signos vitales, curaciones, actividades recreativas y realización de ejercicios fisioterapéuticos bajo la orientación de nuestra responsable de enfermería.

Su aporte ha sido valioso ya que el centro no cuenta con presupuesto para la contratación de personal suficiente para la atención de los residentes. La participación activa de Mayin y Martha viene a fortalecer las acciones de cuidado y acompañamiento de los abuelitos residentes en este hogar.

Nuestra gratitud hacia Dios por la congregación, y por guiar a muchas mujeres en su crecimiento personal, en la fe y en la formación profesional y humanista que acerca a Dios a los que sufren. Dios continúe bendiciendo esta misión.

Eva Pineda. Directora del Hogar de ancianos

San Vicente de Paul Jinotega-Nicaragua.

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